Nuestra sociedad actual, nos contagia del devastador sentimiento de poseer más y más cada vez y hacerlo a su vez de manera rápida y eficiente.
No parece que se pueda vivir en paz: La preocupación excesiva por el futuro, la necesidad de reconocimiento social, la lucha por la igualdad y un largo etcétera nos coloca desde pequeños en la pole position de una carrera sin tregua ni aliados.
El mejor será el que vaya más rápido y el que consiga más puntos, igual a grados de estrés elevadísimos, que más tarde o más pronto, nos pasarán factura sin duda.
Es difícil, ser consciente de esta lucha en la que nos encontramos desde niños, y más difícil aún, salir de ella.
Pero empezar a disfrutar un poco de la vida actual, de la que estamos viviendo ahora, en este instante, no de la que queremos vivir dentro de cinco años, no sería un mal comienzo.
Podemos encontrar la serenidad, debemos potenciarla, cuidarla.
Volvamos a ser sensibles a las pequeñas y maravillosas cosas que un día, una hora, o incluso un solo segundo nos pueden regalar.
¿ Hace cuanto, no das un paseo utilizando y disfrutando de los 5 sentidos?.
Un ejercicio muy eficaz sería, caminar de manera contemplativa.
Disfrutar del olfato, de la visión, incluso del tacto. Podemos encontrar cosas muy positivas a lo largo del paseo, si nos permitiéramos disfrutarlas.
Nuestra urgencia para todo ,nos hace pasar de largo todos los momentos especiales. Te sorprenderá todo lo bueno que encuentras a tu paso ,en ese camino, y que ya nunca valorabas.
Solo así estaremos viviendo de verdad, hasta en los momentos más oscuros, podemos encontrar pequeños destellos de luz, siempre y cuando nos permitamos verlos.
Comentarios
Publicar un comentario