De manera científica se ha estudiado la capacidad adaptativa que ha tenido la ansiedad y el miedo a lo largo de la evolución del hombre.
Es una herramienta muy útil, que prepara al organismo ante cualquier amenaza.
La ansiedad promueve una serie de conductas que ayuda a evitar un peligro inminente.
Podemos pensar lo valioso que ha sido a lo largo de los años, que el hombre se haya podido salvar de innumerables peligros, desastres naturales y enemigos con los que luchar por el sustento y la supervivencia, mediante actitudes rápidas y automáticas.
La ansiedad se encarga de mandar las señales de alarma, desde nuestro cerebro a otras partes del cuerpo.
Nos provoca el focalizar la atención y moviliza los órganos y músculos necesarios para comenzar cualquiera de las conductas elegidas, para enfrentarnos a esa situación, la de huida o la de lucha.
Pero actualmente esta sensación, que en origen nos preparaba para adaptarnos ante situaciones nuevas y desconocidas, se convierte en trastorno, al producir ese sobresalto de manera continuada y repetitiva, ante cualquier acontecimiento de nuestro día a día.
Esta reacción, por tanto, deja de ser adaptativa y necesaria.
Parece increíble, que en la actualidad donde hay una mayor tranquilidad, donde la supervivencia se produce de manera más sencilla, la manera con la que enfocamos y experimentamos la realidad que vivimos se traduzca en muchos caso en un profundo sentimiento de amenaza constante.
Este estado de intranquilidad continua, termina por afectar a nuestro estado de animo en particular y a nuestro estado de bienestar y salud en general.
¿ Como se encuentra nuestro organismo en un estado de ansiedad generalizada y constante?.
En un estado de indefensión, que nos produce verdaderos desajustes orgánicos, y enfermedades tan reales como insomnio crónico, hipertensión, alopecias, enfermedades tiroideas, gastritis y úlceras, infartos, colon irritable, y una verdadera bajada de defensas con la consiguiente propensión a contraer infecciones y virus varios.
¿ Pero cuales son los virus emocionales que en estos momentos nos atacarían?
Cualquier preocupación que se instale en nuestro cerebro, quedará envuelta en una espiral continua, que no cesa de moverse por nuestra cabeza y que parece no permitirnos ni un minuto de paz:
Exceso de miedo y preocupaciones: A una enfermedad, a quedar en paro, a la muerte, a encontrarnos rodeados de gente y no saber comportarnos, a volar, a los sitios cerrados, y a una multitud de situaciones que serían de lo mas cotidianas y sencillas, de no ser, por esa creencia irracional y desproporcionada y que nos limita sobremanera nuestra vida.
Tenemos que entender que lo mejor sería prepararnos, salvarnos de no entrar en esta espiral, con unas consecuencias tan devastadoras para nuestro cuerpo y para nuestra percepción de la vida en general. Vivir de esta manera es vivir a medias, y en el peor de los casos, con total incapacidad para llevar nuestra día a día de manera saludable.
Comentarios
Publicar un comentario