Empezar el verano y romper con la rutina, sería escapar de la disciplina y obligaciones a la que nos enfrentamos en nuestro día a día. Los horarios, las responsabilidades, y nuestras propias exigencias, nos dejan poco margen para la relajación y el bienestar, y eso es justamente los que buscamos cuando salimos de vacaciones. Dejar fuera del equipaje todos esos mensajes de "tengo y debo", para permitirnos el "quiero". Es importante romper con los hábitos, porque es una manera de tomar perspectiva de nuestra realidad y nuestra vida. Las vacaciones nos permitirían espacio, para preguntarnos y cuestionarnos la vida que llevamos. Si la valoración es positiva, la vuelta a la rutina, solo será una cuestión de adaptación a horarios y nuevas metas. Pero si esa visión de nuestra vida tiene un valor negativo, la reflexión y la toma de contacto con la realidad supondrá un verdadero calvario ( de este
Vacunas para la mente. Cuidar nuestro equilibrio y protegernos para estar sanos emocionalmente.