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16. EL VIRUS DEL APEGO




El apego o vinculo afectivo es una necesidad del ser humano para su correcto desarrollo. Hay estudios que demuestran que el afecto en los recién nacidos es tan importante o más que una buena alimentación. Los bebés que son privados de ese vínculo, serán adultos con graves deficiencias emocionales y carencias en sus herramientas adaptativas.

El apego es innato en los niños, que buscan seguridad y proximidad con las personas de su entorno. Les evita  peligros, les proporciona sus necesidades más básicas, y les ayuda a explorar el mundo que les rodea sin arriesgar demasiado. La dependencia de los niños por sus figuras de referencia son necesarias.

Es básico por tanto, establecer desde el inicio un apego seguro, para evitar posibles carencias en el futuro.

Pero un apego excesivo, puede dar lugar, a un desajuste en la autonomía y la autoexploración del bebe, que pueden generar también dificultades.

Poco a poco esa dependencia se va disolviendo durante el proceso de desarrollo. Vamos soltando lazos, ganando autonomía, hasta romper el "cordón umbilical" con nuestras figuras de apego, durante esa revolución personal, llamada adolescencia.

Eso no significa que se modifiquen el tipo de relaciones que teníamos con esas personas, se puede querer sin apego. Querer sin apego es querer mejor.

Defendemos la libertad y en muchos casos aceptamos ataduras, al depender de ciertas personas de nuestro entorno: nuestra pareja, nuestra familia, o cualquier persona que sea lo suficientemente importante para establecer un vinculo tan estrecho que nos limite.

Mucha veces somos dependiete de alguien si ser del todo conscientes. Como descubrirlo:

El apego, nos aísla, pensamos que esa persona de la que "dependo", es la única que me podrá complementar, ayudar o incluso salvar.

El apego, nos vuelve inseguros y desconfiados. Los celos por ejemplo, son producto del vinculo con esa persona que nos negamos a compartir.

El apego, nos da miedo. La sensación de que no podríamos vivir si le pasara algo, nos provoca ansiedad y temor constante.

El apego disminuye nuestra autoestima. Cuando nos atamos a alguien, creemos que es mejor que nosotros, que nos supera.

El apego nos anula. Dejamos de pensar en nosotros, para volcarnos totalmente en las necesidades, deseos y gustos de la otra persona. Cometiendo el grave error de olvidarnos de los nuestros.


No es raro encontrar relaciones en las que la persona dependiente es víctima de una relación desequilibrada , quedando a merced de su figura dominante.


Desatarse. Liberarse. Desapegarse. Es una necesidad, para llevar una vida con dignidad y respeto por nosotros mismos. La inestabilidad que nos provoca vivir gracias y a través  de otro, debe ser suficiente razón para romper con la esclavitud afectiva.


No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo, pero si podemos amar sin esclavizarnos.

Walter Riso.

Comentarios

  1. Increíble me identifico en un montón de cosas, pero es difícil cambiar.. Gracias por escribir a sí, por que me ha llegado y me ha hecho pensar! :)

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