La etapa que estamos viviendo, podría definirse con una
palabra: INSEGURIDAD
Inseguridad en educación, inseguridad en sanidad,
inseguridad por nuestras futuras pensiones.....y una larga lista de cosas con
las que nos sentimos muy inestables.
Por otro lado si buscáramos la palabra para describir lo que
entendemos por felicidad, sería precisamente la contraria: SEGURIDAD
Seguridad económica, seguridad familiar, seguridad de
sentirnos queridos....y una larga lista de cosas que nos hacen sentir a
salvo.
El ser humano por naturaleza, busca la tranquilidad de tener
sus necesidades básicas cubiertas, y sobre todo, seguras.
La teoría se basa en la idea, de que sólo aspiraremos al
siguiente nivel, si tenemos cubiertas las del anterior.
Aunque podamos no estar de acuerdo del todo, con esta teoría,
si es cierto, que en esa búsqueda constante de necesidad, nos estamos perdiendo
niveles más altos. Y lo que es más importante, y debemos aprender, es que quizás
esa seguridad que se pretende es demasiado ambiciosa, o mejor dicho IMPOSIBLE.
La seguridad, se puede entender desde dos perspectivas. La
seguridad que el entorno nos aporta, o desde la seguridad que nosotros mismos tenemos
para adaptarnos al entorno.
La primera, entendemos que es imposible. Nunca estaremos
seguros de lo que va a pasar. En un minuto, puede ocurrir algo, que desbarate
por completo nuestro momento actual, y nosotros no podremos hacer nada para
evitarlo. Si esperamos que la situación este controlada y sea segura, lo único
que estaremos haciendo, es consumir mucha energía y desgastarnos por
una quimera, además del sufrimiento que eso genera.
Algo así como querer coger agua con las manos, por mucho que lo intentemos,
siempre se nos escapará entre los dedos.
Pero si, nos sentiremos serenos, si nos sentimos seguros de nosotros mismos. Es precisamente esa contradicción, si estoy seguro de que no hay
nada seguro, me sentiré más seguro. Seré una ser activo, no pasivo.
No puedo esperar a que las cosas sucedan y lamentarme.
No puedo desear que algo llegue, si yo no lo busco.
No puedo pretender que las cosas cambien, si yo sigo
haciendo lo mismo.
Sólo desde la confianza en nosotros mismos, viviremos sin
miedo.
Los problemas, serán retos.
Los cambios, oportunidades.
Los malos momentos, capacidad para disfrutar de los buenos.
Los errores, aprendizajes.
Vamos a aceptar por tanto vivir con INSEGURIDAD, la vida es apasionante, precisamente porque
no deja de sorprendernos.
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