Si hay algo con lo que sufrimos en nuestra vida, es cuando
no vemos cumplidas nuestras expectativas.
Eso que esperábamos que ocurriera y finalmente no sucede, que
provoca una frustración que en mayor o menor medida nos es tan difícil gestionar.
¿ Pero son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir o que no nos pasa lo que esperábamos?
¿Cuantas veces, nos sentimos ofendidos por lo que alguien no
ha dicho o no ha hecho?
Quizás deberíamos empezar a ACEPTAR, que las cosas ocurren como
ocurren y los demás se comportan de una manera que no siempre concuerda con lo
que esperábamos.
Las personas, somos únicas y a veces cometemos el error de
creer, que piensan, se comportan o sentirán como lo hacemos nosotros, de ahí,
que las desilusiones y decepciones, sea algo que nos entristece muy a menudo,
cuando vemos que lo hacen de manera tan diferente a lo que esperábamos. No te
molesta lo que los demás te hacen, es que lo hagan como tu no lo harías o esperabas
que lo hicieran lo que te lleva a sufrir.
Y lo mismo ocurre con la situaciones, tenemos la idea errónea,
de que si controlamos todo, lo planificamos y nos esforzamos, las cosas ocurrirán
como deseamos y en muchas ocasiones no es así. Hay multitud de variables que se
escapan de nuestro control y aceptarlo, será el primer paso, para alcanzar la
serenidad que nos da convivir con la inseguridad de una manera pacifica, sin
resistirnos, ni luchar contra lo que no puede ser.
La mejor vacuna por tanto para uno de los virus más dañinos,
será eliminar toda expectativa de tu vida, dejar que las cosas suceden como
tienen que suceder y los demás se comporten según su carácter y personalidad.
Las cosas NO TIENEN que ser de una determinada manera, ni
como tu consideras. Las cosas SON y aceptarlas de esas manera te reconciliará
contigo mismo, pero sobre todo con los demás. Cuando llegues a la conclusión
que esos agravios, o decepciones no son más que comportamientos personales y
motivados por intereses propios de cada uno, no veras todo con los ojos de
victima, que inevitablemente te llevan a sufrir o a sentirte ofendido.
Algunos consejos para "curarte" de la expectativas
que te "enferman".
· Dejar de responsabilizar a los demás de como te sientes o
como estás, el único responsable de tu estado anímico, eres tu mismo. No
permitas que nadie más tenga ese poder sobre ti.
· Aceptar las situaciones como son y como vienen. No es una
cuestión de si te lo mereces, ni de justicia.
· NO vivas continuamente a la espera de que las cosas cambien,
o sean diferentes. Este es tu HOY, conecta con el presente.
· No intentes cambiar a nadie. Las personas no cambian, no
creas que tú lo lograrás, o la decepción estará asegurada.
· Y por último, valora siempre lo que tienes, SIEMPRE, será
más que lo que te falta.
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