Si pensamos en una causa fisiológica por la que las personas quieren parecer más jóvenes, tendríamos que recordar el instinto innato de supervivencia del ser humano, existe la necesidad de alargar la vida tanto a nivel social ( medicina, tecnología....) , como a nivel individual.
Otro aspecto es el temor generalizado al final de la vida, según
Freud la actividad humana, va encaminada a intentar negar algo que es tan
inevitable como la muerte .
Si conseguimos mantenernos jóvenes, tendremos la
sensación de que nuestra vida se alarga.
Pero son
las necesidades psicológicas las que hacen que el mantenerse joven se
convierta en algunos casos en una obsesión.
Muchas veces son los prejuicios y las falsas
creencias las que nos hacen comportarnos y vivir de cierta manera. Ser maduro,
se concibe como una persona de la que se espera sea responsable y seria, como
contraposición la idea de juventud, de
persona alegre y con ganas de divertirse y sin demasiadas preocupaciones, una
imagen que resulta más atractiva y apetecible
para los demás.
Lo más importante que proyecta una persona que
envejece bien es su actitud positiva ante la vida,
La necesidad de tener ilusiones y proyectos de
futuro, es básico para que las personas tengamos la motivación de cuidarnos y vernos bien.
Una persona que se acepta, tal y como es,
entendiendo que hay cosas de ella misma que le gustan más y otras menos le
dará una serenidad que se refleja
externamente y que es muy diferente a la lucha y conflictos internos que
genera la insatisfacción constante por
querer ser lo que no somos.
Los problemas psicológicos que tienen que ver con
la apariencia y la imagen corporal, viene derivado de insatisfacción o
carencias a otros niveles de la vida. Si
existe el sentimiento de tener una vida vacía o carente de sentido, si el
sentimiento de soledad o incomprensión es grande, o si existen problemas
económicos o de pareja, puede ocurrir que la única cosa que provoque cierta
sensación de control y de que se obtienen resultado placenteros, son el esfuerzo
dedicado mejorar estéticamente ( ya sean dietas, tratamientos estéticos o cirugías).
Y ese es el origen que en ocasiones lleva a lo
patológico de la obsesión por parecer más joven, a pesar de las consecuencias
negativas que esto pueda ocasionar. Un síntoma que aparece y es común con otro
tipo de trastornos como la anorexia, o la vigorexia, es la dismorfia corporal
donde la persona pierde la objetividad y
es incapaz de verse de manera ajustada.
Es cuando esta insatisfacción produce mucho
malestar y afecta a todas las parcelas de la vida cuando hablamos de trastorno o patología. Esta obsesión por rejuvenecer puede incluso resultar adictiva, ya que es un deseo incontrolable por aparentar
cada vez menos edad, entrando en una espiral muy destructiva, en la que la relación
natural entre juventud y belleza se diluye,
Es el momento de pedir ayuda profesional, e
iniciar una terapia en la que se trabaje la autoestima y la confianza y todos
los aspectos personales, que hayan provocado esa situación.
Viendo las consecuencias fatales que el anti-aging mal entendido de parecer más joven esta suponiendo, aparecen nuevas tendencias que intentar recuperar el verdadero sentido de lo que debemos entender de ese concepto. Si tenemos 40 que sean los mejores 40, y si son 60 los mejores 60.
Envejecer de manera saludable y bella, supone un
trabajo físico y psicológico encaminado a mantener la ilusión por vivir y
sentirnos bien. Ese es el verdadero secreto de la belleza y eterna juventud.
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