Como guiado por un efecto rebote , se promueven campañas y
manifestaciones contra la violencia de genero y aumenta de manera alarmante los
casos de victimas asesinadas.
TODAS SOMOS VICTIMAS
Victimas de una cultura, donde los estereotipos y prejuicios
sobre género, siguen dotando al hombre de fuerza y derecho a su
independencia, y a la mujer de sensibilidad y dependencia emocional e incluso física.
Pero igual de preocupante es el dato, de que
más del 80% de los jóvenes españoles, son testigos directos de comportamientos
machistas entre sus amigos. Algo aceptado y que se permite y JUSTIFICA en
los primeros momentos, pero de lo que se
pierde el control y la valentía para denunciarlo, cuando ya es tarde.
Todo empieza por pasar por alto las primeras señales de
maltrato.
En la violencia de género, se utiliza el ejemplo del
experimento de la rana:
Si a una rana se la introduce en agua a 70º, saltará de
inmediato al no aguantar el calor.
Pero si a esa misma rana, la metemos en agua fría, y vamos
subiendo progresivamente la temperatura,
llegará un momento en que a 70º ya no sepa, ni pueda saltar.
Y como profesionales y padres, nos preguntamos cuales son
las causas del incremento de maltrato entre los adolescentes.
Aparentemente esta es una época en la cuál se tendría que
haber superado esos roles machistas para el hombre y la mujer, ya que la
generación de padres actuales, son los que están consiguiendo repartir tareas y
donde la mujer está "aparentemente" integrada en el mundo laboral.
Según algunos estudios, son las nuevas tecnologías las que
promueven las situaciones de acoso por parte de las parejas.
El seguimiento a través de los móviles , hace que los chicos
ejerzan un poder y una invasión a la intimidad de su parejas. No hay espacio,
ni parcela personal, que no pueda ser controlada.
Pero además aparece por una carencia de límites y dedicación
por parte de los padres durante la educación y desarrollo. Los límites son
entendidos por los niños como actos de cariño y atención, si se crece sin ellos,
corremos el riesgo, de que sean estos límites impuestos por los jóvenes,
verdaderas demostraciones de amor.
La herencia machista, sigue haciendo más daño que nunca, ya
que está maquillada de una aparente igualdad,
que no es real, y disfrazada de otros conceptos erróneos .
" Si es celoso es que me quiere"
" Si le importa como me visto es porque me quiere para
él"
" Si me dice que soy suya es que me quiere sólo a
mi"
Hay muchos conceptos, que todavía la mujer y el hombre, no
identifican como machistas y lo confunden con AMOR.
La mejor solución, es la prevención y desde edades
tempranas, debemos educar, a nuestros hijos e hijas, no tanto en una igualdad
imposible, son obvias las diferencias físicas entre sexos, si no en la
INDEPENDENCIA, SEGURIDAD Y RESPETO, por uno mismo y por los demás.
Los que son
maltratadores hoy, es muy probable que hayan sido victimas de maltrato durante
la infancia, por eso el problema de la violencia de género es un problema que
empieza mucho antes de empezar el maltrato.
El rasgo común entre el maltratador y su victima, son la
BAJA AUTOESTIMA y LA DEPENDENCIA.
Pero ¡cuidado!,
porque normalmente el maltratador se disfraza de victima, lo que hace a la mujer con deseo de sentirse
necesaria, caer en unas redes, difíciles de escapar.
No hay justificación para el maltrato, pero trabajemos desde
la infancia, para evitar situaciones de violencia.
Si un niño se cría con respeto, respetará.
Y por favor no confundamos el Amor......
Si hay dependencia, NO es AMOR.
Si hay miedo, NO es AMOR.
Si hay necesidad, NO es AMOR.
Si hay posesión, NO es AMOR.
Hola Anabel, se puede decir más alto pero no más claro. Me quedo con el fin del texto en donde dices: "Si hay dependencia, NO es AMOR.
ResponderEliminarSi hay miedo, NO es AMOR.
Si hay necesidad, NO es AMOR.
Si hay posesión, NO es AMOR."
Y es que, el amor, es otra cosa completamente diferente.
Magnífico artículo.
Un abrazo,
Muchas gracias Francisco!.
ResponderEliminarSolo intento aportar un granito de arena, a la complicada situación actual del maltrato.
Un afectuoso saludo.