Entre los dos opuestos de la frivolidad y la seriedad, se encuentra el
maravilloso punto medio, que es el sentido del humor.
La frivolidad es superficial y banal, no da
importancia a nada ni a nadie, el frívolo se ríe de todo.
La seriedad es la gravedad, lo ceñido a prejuicios
y creencias. El serio sería como un coche sin amortiguadores, tenso
continuamente y sin capacidad para reír
ni siquiera de lo absurdo.
El sentido del humor es único del ser humano. Hay
datos científicos que demuestran la cantidad de beneficios que tiene a nivel físico
y psicológico.
Las personas con tendencia a la alegría y al buen humor,
tienen mayor tolerancia al dolor, mejor su sistema inmune, poseen mayor salud
cardiovascular y respiratoria y supone un magnífico profiláctico, para evitar contraer enfermedades mentales, tales como
depresión o estrés.
En lo emocional y psicológico, el buen humor, nos
da una mayor percepción de bienestar y satisfacción en la vida.
.
La realidad es que tener sentido del humor, esta
comprobado que nos alarga la vida y que hace que la calidad de esta sea mucho
mejor.
Pero esta cualidad tan protectora, va disminuyendo
a lo largo de los años.
La inocencia de los niños, es precisamente lo que
les hace vivir más alegres, sin las preocupaciones constantes, y con ese exceso
de responsabilidad de los adultos que nos impide, DAR A LAS COSAS LA
IMPORTANCIA QUE REALMENTE TIENEN.
Quien tiene sentido del humor, es capaz de
desdramatizar las situaciones complejas, puede encontrar aspectos disonantes y que
resulten dispares con el fin de relajar el entorno o su propia interpretación. Es un ejercicio que se debe hacer de manera voluntaría con el fin de facilitar la aceptación y asimilación de cualquier hecho.
No tiene nada que ver con la persona que de todo
hace un chiste fácil, pero si que es una
persona capaz de modificar un ambiente
tenso, sin que resulte forzado ni poco oportuno.
Las personas con sentido del humor, son personas de alta inteligencia y con buenas habilidades sociales,
como la empatía.
Apetece estar con ellas, ya que son más flexibles,
y evitan los conflictos inútiles que no llevan a ninguna conclusión.
Si fuéramos conscientes de los beneficios propios
y que para los que nos rodean tiene cultivar el sentido del humor nos
pondríamos a entrenarlo ahora mismo.
Algunas pautas por las que podemos comenzar son:
·
Buscar en nosotros a la persona con la que mejor
nos lo podemos pasar, al fin y al cabo es con quien mas tiempo pasas a lo largo
de tu vida. Siempre es bueno tener la capacidad de reirte de ti mismo, y buscar
la parte divertida de las situaciones.
·
Evitar la queja pasiva. Si te instalas en un papel
de victima ante la vida, la queja se convertirá en una constante, que te
impedirá ver los aspectos que ya están bien o los que se pueden cambiar. Si
puedes cambiar algo, hazlo, si no acéptalo.
·
Ante cualquier situación tenemos dos maneras de
enfrentarnos a ella. Tensándola y complicándola o relajándola y haciéndola más
fácil. Tu eliges. ¿Cual crees que es la más beneficiosa para ti?
·
Esfuérzate al principio por sonreír más, cambia tu
gesto, y veras como terminarás creyéndote que te sientes mejor. Las personas
que sonríen son más atractivas e interesantes para los demás, pero además
tienen mayor sensación de diversión y de compromiso y motivación por todo lo
que hacen.
·
No centrarse solo en hacer reír a los demás, esto
debe ser sincero, y el paso previo es que tu también sepas reírte y sentirte
bien. Ya en 1850 Duchenne comenzó a estudiar la diferencia entre una sonrisa
sincera de una falsa, y hay muchos rasgos faciales de diferencia entre una y
otra. La conclusión es que la sonrisa no esta en los labios, sino en los ojos.
" Por el hecho de envejecer, no se deja de reír,
más dejar de reír, te hace envejecer" Balzac
Comentarios
Publicar un comentario