Hoy día 25 de noviembre, no podíamos dejar de publicar una
entrada, en solidaridad, y como expresión de absoluto rechazo, ante la
violencia de género.
Violencia basada,
en la necesidad de pertenencia por parte del agresor, que incluye sufrimiento físico,
sexual o psicológico, con el único objetivo de mantener la subordinación total
de la mujer.
Las estadísticas, afirman que 7 de cada 10 mujeres sufren
maltrato por parte de sus parejas.
Entendemos además del maltrato físico y las agresiones
sexuales, el maltrato psicológico de constantes humillaciones, desvalorización,
aislamiento social y/o familiar, control y dominio, amenazas o chantajes
emocionales, ante el cual la mujer queda totalmente anulada, por muy
inteligente o capaz que sea.
Hay que conocer el ciclo de violencia, para saber, que estas
mujeres, no son más débiles que cualquier otras , si no que están en manos de
un manipulador, que controla de manera eficaz, la progresiva dependencia de su víctima.
Pasa de la tensión, a la explosión de manera gradual, para
llegar una fase, casi más dañina por el enganche y dependencia que genera que
las anteriores, que es la del arrepentimiento, donde hay una verdadera
manipulación afectiva, con constantes piropos y adulaciones, regalos, promesas
de cambios,……y un oasis donde la mujer cae atrapada sin remedio. Pero esta última
fase cada vez dura menos, volviendo a crearse una atmosfera de tensión que explotará
de nuevo.
Desde fuera, cuesta entender como una persona, es capaz de
soportar ese nivel de violencia, sin huir, sin escapar de esa situación. Esto
es debido al proceso de habituación, para entenderlo, utilizaremos el “experimento
de la rana”, que de manera resumida viene a decir lo siguiente:
Si a una rana, la metiéramos en un recipiente con agua a
70º, la rana pegaría un salto, evitando morir chamuscada.
Pero si a la rana se la introduce en agua a 20º grados, aceptará la temperatura, y se quedará tranquilamente en el recipiente. Si vamos subiendo la temperatura del agua progresivamente, se irá habituando, y no saltará, aun cuando lleguemos a esos 70ª grados que en la otra ocasión no aceptó y saltó.
Pero si a la rana se la introduce en agua a 20º grados, aceptará la temperatura, y se quedará tranquilamente en el recipiente. Si vamos subiendo la temperatura del agua progresivamente, se irá habituando, y no saltará, aun cuando lleguemos a esos 70ª grados que en la otra ocasión no aceptó y saltó.
Ha perdido su capacidad de reacción, y por tanto ya no es
capaz de tomar la decisión apropiada. Cualquier mujer, puede ser víctima de
maltrato.
La realidad, es que mujeres
que han sido maltratadas en la infancia, o en otras relaciones, vuelven a
buscar patrones parecidos en sucesivas relaciones.
Nuestra responsabilidad, sería estar atentos a algunos
rasgos de las personas victimizadas, porque nunca sabemos quién podemos tener a
nuestro lado ocultándolo. Por ejemplo:
·
Si justifican y minimizan sus problemas ante los
demás
·
Se culpan continuamente, de sus despistes o
errores.
·
Tienen muy baja autoestima, y necesitan que su
pareja las valore.
·
Si habla en términos de dependencia, respecto a
su pareja.
·
Si defiende que por los hijos hay que aguantar
lo que “sea”
·
Si hay síntomas de aislamiento y dominancia.
El mayor problema con el que nos
encontramos, es la dificultad, de que la víctima, asuma su papel de víctima, no
es fácil ni identificarlo, ni aceptarlo, ni salir de ese rol. Pero se puede.
Tremendo error, quien crea, que quien te
quiere te hará llorar.
Quien te quiere: Te respetará, te hará reír,
te apoyará, te cuidará, te hará crecer, te perdonará, te hará disfrutar, te abrazará
siempre, te hará pensar, te hará más libre, te complementará…….
Tener pareja nunca debe ser una necesidad, es compartir la
vida para que esta sea mejor, y si no, mejor seguir caminando solo.
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