En momentos de crispación como los que estamos viviendo, es
común ver que todos estamos especialmente, irritables , agobiados y preocupados
en general.
Con esos sentimientos,
lo único que estamos generando es una sensación de malestar y frustración que
empaña todas las facetas de nuestra vida.
¿ Que "vacunas", son importantes, para protegernos e
inmunizarnos ante estas emociones tan dañinas y debilitantes?.
La primera importante, es conocer o confirmar nuestra VOCACIÓN:
Que es lo que nos hace
diferentes y que podemos aportar al mundo. Cuando no escuchamos la misión de lo
que hemos venido a hacer a esta vida, surgen serios problemas con nosotros
mismos y con los demás.
Es vivir como por inercia.
Nos ponen aquí el día que nacemos, y nos dicen y ahora: ¡Vive!. Sin más
instrucciones que esas.
La vocación es la
elección de lo que queremos hacer. Conocer cuales son nuestras cualidades y
capacidades, adaptarnos a lo que el medio y las circunstancias nos permiten y
llevarlas a cabo como único medio para sentirnos realizados.
Este es un proceso continuo y sin fin, siempre podemos tener
la oportunidad, de replantearnos y forjar nuevas expectativas sobre nosotros
mismos sin limitaciones , pero con un autoconocimiento maduro, sobre lo que
podemos ofrecer.
Pueden ser muchas y diversas, pero deben ser concretas. La
profesión, la vida en pareja, la paternidad, las aficiones, el
altruismo.....son solo algunas de las múltiples opciones de elección de
nuestras vocaciones personales.
Para esa complicada, pero necesaria decisión ,debemos
practicar el CORAJE:
Todos nuestros sueños pueden convertirse en realidad si tenemos el coraje de perseguirlos.
Walt Disney
EL coraje, para hacer lo que nos hemos propuesto, con VOLUNTAD y SIN MIEDO. El miedo no nos lleva a ninguna dirección. El miedo es
una idea preconcebida, algo que se basa en lo desconocido del futuro y que nos
paraliza en el presente.
Superar nuestros propios miedos, es una tarea vital, para
llevar una vida plena y sin inseguridades.
Uno de los peores miedos que nos acompañan en nuestra vida, es
el miedo al error. Cuantas veces no hemos intentando algo por miedo a fracasar.
Si no lo intentamos, nunca nos demostraremos que podíamos.
Vivir con miedo, es vivir a medias.
La voluntad, nos ayuda a conseguir lo que nos proponemos, a
pesar de las adversidades, de los contratiempos y de las propias limitaciones
que nuestros estados de ánimo y nuestras emociones nos provocan.
En ocasiones nos convertimos en nuestros peores enemigos. Un
paso para liberarnos y dejar paso a la voluntad es hacer las paces con nosotros
mismos. Aceptarnos como somos, y evitar al máximo los juicios de valor y las
críticas destructivas para con nosotros. En vez de censurarnos con lo que hemos
hecho mal, podemos preguntarnos, como lo puedo hacer mejor la próxima vez. Castigarnos
continuamente , solo nos lleva a conductas cada vez más autodestructivas, que
de nuevo nos impiden avanzar, en nuestras metas e ilusiones.
No se hace a nadie bueno, diciéndole que es malo, y mucho
menos a nosotros mismos.
PERDONAR,
deshacernos del rencor, sería la última de las vacunas para poder vivir un
presente satisfactorio por elección. Sentirnos en paz con cualquier recuerdo
que nos pueda surgir, sin sentimientos de animadversión por nada y por nadie,
nos aligera mucha la carga, que de por si el día a día se esfuerza por
rellenar. Si nosotros llevamos a nuestras espaldas una mochila llena de
piedras, sin ninguna utilidad, vivir será un deporte extremo que pondrá en muchas
ocasiones al límite nuestras posibilidades de supervivencia
Al perdonar, no estamos haciendo un bien al otro, nos estamos
haciendo un regalo a nosotros mismos.
Comentarios
Publicar un comentario